Pestalozzi y Decroly establecían la importancia de un enfoque globalizador dentro de la educación infantil, debido al pensamiento global que se tiene en la infancia. En esta etapa, se entiende el mundo como un todo, y poco a poco a través del aprendizaje y las experiencias se van reconociendo las partes, por eso, es un principio básico dentro de la enseñanza de niños y niñas menores de seis años.
Estos aprendizajes y los nuevos esquemas cognitivos, los irán construyendo a través de la observación y la experimentación, ya que como Piaget decía “se aprende a hacer, haciendo”. Por lo que hay que ofrecer al alumnado posibilidades de establecer diferentes relaciones, de trabajar con múltiples materiales, de acceder a espacios ricos y motivadores, y de tener experiencias o vivencias que les haga desarrollarse plenamente tanto a nivel psicomotor, como cognitivo y emocional.